Iniciamos el semestre recorriendo Medellín entre Malas Hierbas y Memorias subterráneas, tejimos la invitación de Tomarnos una aguapanela en la calle, y conocer esa Medellín Punkera: narraciones de resistencia, pero también fue la vocación de El Café como resistencia Campesina, y las capacidades de una ciudadanía que pasa De la Calle a la Escena, intentando construir Caminos de verdad y memoria, que permitan disfrutar de las Miradas de Ciudad desde el Faro y el Pan de Azúcar, y consolidar movimientos como el de Beat Street, la calle como escenario para la vida y la cultura, contrastados con siempre Caminar, una experiencia del barro a la utopía, que permita la Vida en comunidad, cultura y comunicación, y el avance por la Cultura, memoria y resistencia, donde el Arte y alegría para resistir, todo el tiempo se perciben esa Medellín biodiversa: contrastes urbanos y ecológicos desde el Cerro el Volador y luego las dinámicas que se tejen entre los Parques de barrio: encuentros y desencuentros.
En octubre nos fuimos a callejear De plaza en plaza y De la 92 a la 68, Caminando los saberes y las artes en la ruralidad, para comprender las tensiones entre Agua, conflicto y verdad, y las huellas dejadas por el Narcotráfico, espacios físicos y memoria aniquilada, de un conflicto plasmado en las Ruralidades en disputa, en el trasegar de las víctimas por los Caminos y luchas por la verdad, donde se tejen puentes entre Las montañas que comunican los territorios y se gesta un lugar para la Medellín ciudad señante.
Callejeando Medellín en noviembre descubrimos esa urbe que emerge Entre lo barrial y lo industrial, y de de nuevo caminamos De polo a polo: barrios y comunas entre montañas, construyendo Memorias y experiencias silentes, dándole un lugar a las Narrativas del Desplazamiento: Memorias de una guerra reciente, para subir ¡A Buenos Aires por La Asomadera y El Salvador!, para contemplar desde allí la ciudad que se debate Entre olvido, valles y resistencias, y constantemente nos cuestiona: ¿Por qué se quedaron? Los extranjeros que trajeron el mundo al barrio, abriendo horizontes para divisar Altavista: Geografías en disputa, auscultando la Historia y cotidianidades desde Belén Zafra-Sucre, que permita ampliar la mirada Del barrismo a la organización barrial, y descifrar los misterios del Cuerpo, erotismo y diversidad en la historia de Medellín, todo un viaje a pie, que crea calle a calle, parque a parque una ciudad a través de las 16 comunas y los 5 corregimientos para afirmar que La Nororiental, territorio de vida y paz, abarca toda la ciudad que montañas ve pasar su río.