La experiencia del encuentro entre distintas generaciones, puede ser más interesante si se nos permite evidenciar que más allá de las edades y conocimientos teóricos, lo más importante, son las relaciones, la escucha incondicional y la atención. Más que prejuicios u opiniones preconcebidas sobre el comportamiento y vivencia de los otros, permitiendo conocimiento mutuo, posibilitando que todos seamos gestores y protagonistas del encuentro.