¿Qué harás?:
En el momento que tomes una decisión que creas conveniente para los otros y no para ti, estarás olvidándote y perdiendo minutos importantes de tu vida, está bien que lo hagas, pero si no te sientes satisfecho con lo que haces, si no le encuentras sentido desde tu interior ¿de qué sirve? Las cosas que se hacen por el beneficio del otro y de sí mismo, deben ser algo muy valioso, cosa que casi no se hace y si se hacen, entonces dale un poco de color, cambia ‘más de lo mismo’ por algo “único”, inclúyele un abrazo, una sonrisa o pequeños detalles y que no se habla de objetos; experimenta, conoce, aprende, enseña y aplica en tu vida personal, para que de todo eso salga la experiencia a la luz; dedícate tiempo, conócete más, reflexiona sobre momentos de dilemas para que en un futuro no muy lejano no te estés arrepintiendo de una decisión fracasada.
¿Hay algo o alguien que no te permite salir adelante? ¿Sabes afrontarlo?
Un conocido refrán dice: ‘dime con quién andas y te diré quién eres’, frente al que podemos pensar, desde una perspectiva de realidades diversas, decir que una persona que cada día se está conociendo, que se está educando en valores y en principios, sabe que no todas las personas son influyentes en nuestras vidas y puede reconocer y entender su entorno, tomando decisiones para no dejarse llevar por los otros sin criterio y que, si lo llega a hacer, reconoce su error y no repite frases típicas como: ‘Ah, es que él me dijo’, ’Él me invitó’, ‘Él me obligó’ Dejemos de echarle la culpa al otro cuando verdaderamente la responsabilidad la tengo “Yo”. Conoce tus miedos, tus metas, expectativas, problemas y sueños…y ¡Saldrás adelante!